CARACTERÍSTICAS PSICOEVOLUTIVAS.
La evolución
humana u hominización es el proceso de evolución biológica de la especie
humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso
requiere un análisis en el que se aúnen conocimientos que proceden de
ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la
estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística.
El término
humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo.
Los científicos
han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés
se separaron hace de 5 a 7 millones de años. A partir de esta separación,
la ascendencia humana siguió ramificándose, originando nuevas especies de las
que solo nos queda el Homo sapiens.
El Homo sapiens
Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son
los grandes simios: el gorila, el chimpancé, el bonobo y el orangután.
Los fósiles más antiguos de Homo sapiens tienen
una antigüedad de casi 200.000 años y proceden del sur de Etiopía (formación Kibish
del río Omo),
considerada como la cuna de la humanidad A estos restos fósiles siguen en
antigüedad los de Homo sapiens idaltu,
con unos 160.000 años. Toda la humanidad actual tiene una antecesora común que
habría vivido en el noreste de África, probablemente en Tanzania (dada la mayor diversidad genética allí)
hace entre 150.000 y 230.000 años.
Cambios evolutivos: diferencias y
semejanzas con otros primates.
Cuando los ancestros del Homo sapiens vivían en
selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron
perder la capacidad genética, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar
en su propio organismo tal vitamina. Tales pérdidas durante la evolución han
implicado importantes determinaciones: cuando las selvas se redujeron o
resultaron superpobladas, los primitivos homínidos (y luego los humanos)
se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener
nuevas fuentes de nutrientes (por ejemplo de la citada vitamina C).
Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo
breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la
susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la
circulación sanguínea y linfática.
Cerebración
El cerebro de Homo sapiens, en relación a la
masa corporal, es uno de los más grandes. Más llamativo es el consumo de energía metabólica (la producida por la
"combustión" de la glucosa) que requiere el cerebro: un 20% de toda la
energía corporal.
En Homo sapiens el volumen oscila entre los
1.200 a 1.400 cm3, el promedio global actual es de 1.350 cm3;
sin embargo no basta un incremento del volumen, sino cómo se dispone; esto es:
cómo está dispuesta la "estructura" del sistema nervioso
central y del cerebro en particular. Por
término medio, los Homo neanderthalensis pudieron haber tenido un
cerebro de mayor tamaño que el de nuestra especie, pero la morfología de su
cráneo demuestra que la estructura cerebral era muy diferente: con escasa
frente, los neandertalenses tenían poco desarrollados los lóbulos frontales y muy poco desarrollada la corteza prefrontal.
El cráneo de Homo sapiens no sólo tiene una frente prominente sino que
es también más alto (cráneo muy abovedado), esto permite el desarrollo de los
lóbulos frontales. De todos los mamíferos, Homo sapiens es el único que
tiene la faz ubicada bajo los lóbulos frontales.
Sin embargo, para la evolución del encéfalo parecen haber sido las mutaciones en el posicionamiento del esfenoides.
Se ha hecho mención a la importancia del gen
FOXP2;
dicho gen es el encargado del desarrollo de las áreas del lenguaje y de las
áreas de síntesis. El aumento del cerebro y su especialización permitió la
aparición de la llamada lateralización, una diferencia muy importante entre el hemisferio izquierdo
y el hemisferio derecho
del cerebro. El hemisferio izquierdo tiene desarrollado en su corteza áreas
específicas que posibilitan el lenguaje simbólico basado en significantes
acústicos: el área de Wernicke y
el área de Broca.
Es casi seguro que ya hace 200.000 años los sujetos de
la especie Homo sapiens tenían un potencial intelectual equivalente al
de la actualidad, pero para que se activara tal potencial tardaron milenios: el
primer registro de conducta artística conocido se data hace sólo unos 75.000
años, los primeros grafismos y expresiones
simbólicas fuera del lenguaje hablado se datan hace sólo entre 40.000 y 35.000
años. Las primeras escrituras
aparecieron hace 5.500 ó 5.000 años, en el Valle del Nilo
ó en la Mesopotamia asiática.
Se ha dicho que el Homo sapiens mantiene
características de estructura craneal "primitivas" ya que recuerdan a
las de un chimpancé infantil, tal morfología es la que permite tener la frente
sobre el rostro y los lóbulos frontales desarrollados.
La cabeza de Homo sapiens, para contener tal
cerebro, es muy grande; aún en el feto y en el neonato, razón principal por la cual los partos
son difíciles, sumada a la disposición de la pelvis.
Bipedestación.
Los Homínidos, primates bípedos,
habrían surgido hace unos 6 ó 7 millones de años en África, continente que fue afectado por una
progresiva desecación que redujo las áreas de bosques y selvas. Como adaptación al bioma
de sabana aparecieron primates capaces de caminar de modo bípedo y mantenerse erguidos.
Hace 150.000
años el norte de África volvió a sufrir una intensa desertización lo cual
significó otra gran presión evolutiva como para que se fijaran los rasgos
principales de la especie Homo sapiens.
Para lograr la postura y marcha erecta han tenido que
aparecer importantes modificaciones:
- Cráneo. Para permitir la bipedestación, el foramen magnum (orificio por el cual la médula espinal pasa del cráneo al raquis) se ha desplazado; mientras en los simios el foramen magnum se ubica en la parte posterior del cráneo, en el Homo sapiens (y en sus ancestros directos) el foramen mágnum se ha "desplazado" casi hacia la base del mismo.
- Columna vertebral. La columna vertebral bastante rectilínea en los simios, en el Homo sapiens y en sus ancestros bípedos ha adquirido curvaturas que permiten soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo. Por lo demás la columna vertebral ha podido erguirse casi 90º a la altura de la pelvis; si se compara con un chimpancé se nota que al carecer este primate de la curva lumbar, su cuerpo resulta empujado hacia adelante por el propio peso. En la raquis humana el centro de gravedad se ha desplazado, de modo que el centro de gravedad de todo el cuerpo se sitúa encima del soporte que constituyen los pies; al tener el Homo sapiens una cabeza relativamente grande el centro de gravedad corporal es bastante inestable Otro detalle; las vértebras humanas son más circulares que las de los simios, esto les permite soportar mejor el peso vertical.
- Pelvis. La pelvis se ha debido ensanchar, lo cual ha sido fundamental en la evolución de nuestra especie. Los huesos ilíacos de la región pelviana en los Homo sapiens (e inmediatos antecesores) "giran" hacia el interior de la pelvis, esto le permite soportar mejor el peso de los órganos al estar en posición erecta.. La bipedestación implica una posición de la pelvis, que hace que las crías nazcan "prematuras": en efecto, el parto humano es denominado ventral acodado ya que existe casi un ángulo recto entre la cavidad abdominal y la vagina que en el pubis de la mujer es casi frontal, si en todos los otros mamíferos el llamado canal de parto es muy breve, en cambio en las hembras de Homo sapiens es muy prolongado y sinuoso, esto hace dificultosos los alumbramientos.
- Piernas. Los miembros inferiores, el fémur humano se inclina hacia adentro, de modo que le posibilita la marcha sin necesidad de girar casi todo el cuerpo; la articulación de la rodilla se ha vuelto casi omnidireccional (esto es puede moverse en diversas direcciones), aunque en los monos -por ejemplo el chimpancé- existe una mayor flexibilidad de la articulación de la rodilla, lo que facilita un mejor desplazamiento por las copas de los árboles, es así que el humano a diferencia de sus parientes más próximos no marcha con las rodillas dobladas.
- Pies. En los humanos los pies se han alargado, particularmente en el talón, reduciéndose algo los dedos del pie y dejando de ser oponible el "pulgar" del pie Se sabe, que el pie humano ha dejado de estar capacitado para aferrarse a las ramas, pasando en cambio a tener una función importante en el soporte de todo el cuerpo. El dedo mayor del pie tiene una función vital para lograr el equilibrio de los homínidos durante la marcha y la postura erecta; el pulgar del pie de un chimpancé es transversal, lo que permite al simio aferrarse más fácilmente de las ramas, en cambio el "pulgar" del pie humano, al estar alineado, facilita el equilibrio y el impulso hacia adelante al marchar o correr. Los huesos de los miembros inferiores son rectilíneos en comparación con los de otros primates.Liberación de los miembros superioresLa postura bípeda dejó libres los miembros superiores que ya no tienen que cumplir la función de patas ni la de braquiación, es decir, el desplazamiento de rama en rama con los brazos, aun cuando la actual especie humana, de la cintura hacia arriba mantenga una complexión de tipo arborícola.Esta liberación de los miembros superiores fue al marchar bípedamente y con los brazos libres, los ancestros del hombre podían recoger fácilmente su comida.Los miembros superiores, siempre en relación con otras especies, se han acortado. Estos miembros superiores al quedar liberados de funciones locomotoras, se han podido especializar en funciones humanas. El pulgar oponible es una característica heredada de los primates más antiguos, pero si en éstos la función principal ha sido la de aferrarse a las ramas y en segundo lugar aprehender las frutas o insectos que servían de alimento, en la línea evolutiva que desemboca en nuestra especie la motilidad de la mano, y en los dedos de ésta, se ha hecho gradualmente más precisa y delicada lo que ha facilitado la elaboración de artefactos; no se tiene conocimiento respecto al momento en que la línea evolutiva comenzó a crear artefactos. El desarrollo de la capacidad de pronación en la articulación de la muñeca también ha sido importantísimo para la capacidad de elaborar artefactos.VisiónEl humano hereda de los prosimios (la capacidad de ver una amplia tonalidad de los colores del espectro visible); los ojos en la parte delantera de la cabeza posibilitan la visión estereoscópica (en tres dimensiones), pero si esa característica surge como una adaptación para moverse mejor durante la noche o en ambientes umbríos como los de las junglas, en Homo sapiens tal función cobra otro valor; facilita la mirada a lontananza, el otear horizontes, la visión es más aguda en los humanos que en los otros primates y en los prosimios. Esto facilitará el hecho por el cual Homo sapiens comunicaciones mediante la mímica), y facilitará lo imaginario.Aspectos culturalesHablar de la aparición del lenguaje humano, lenguaje simbólico el cual tiene sus antecedentes en momentos y cambios morfológicos que son previos a cambios importantes en la estructura del sistema nervioso central. Por ejemplo, los chimpancés pueden realizar un esbozo primario de lenguaje simbólico basándose en la mímica (de un modo semejante a un sistema muy simple de comunicación para mudos).Imprescindible para la aparición de un lenguaje simbólico, se debe hacer mención de la aparición del gen FOXP2 que resulta básico para la posibilidad de tal lenguaje y del pensamiento simbólico.
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